martes, 12 de enero de 2010
Resumen de El Espíritu Eterno
lunes, 11 de enero de 2010
Prólogo del Espíritu Eterno
A veces la vida transcurre sin sobresaltos ni emociones fuertes, simplemente va pasando y nunca nos preguntamos que hubiera sido de nosotros si hubiéramos elegido un camino diferente al que seguimos. Tampoco ronda nuestras cabezas el pasado que nos antecede, ni el de las personas que lo vivieron, pero es algo que debería estar en nuestra memoria por siempre. ¿Nadie se pregunta como sería el presente de nuestro país si no hubiera estallado una guerra en él?
Sin embargo, algo que si nos quita el sueño a más de uno es la muerte y todo lo que ésta conlleva.
Pues bien, en este libro no falta ni una cosa ni otra. Se trata de una historia enigmática que te deja en vilo hasta el final y que ayuda a comprender mejor la situación que se vivió en nuestro país. A la vez, tiene ese toque de humor propio de los malagueños, que hace tan cercana a la protagonista, y pinceladas de un amor-odio insostenible.
Se podría decir que es un Código Da Vinci malagueño, pero con reflexiones más profundas que te llevan a cavilaciones y pensamientos nuevos, y te hacen replantearte la idea de la existencia y de la muerte.
Si con esto aún no tienes curiosidad por saber que ocurre en esta interesante historia, te aconsejo que no tires la toalla y lo intentes, porque merecerá la pena.
domingo, 13 de diciembre de 2009
Comparación de artículos
Tras haber leído los artículos, no me queda ninguna duda de que prefiero el escrito por Domi del Postigo en el periódico La opinión de Málaga. Me parece un tema muy cercano, que cuenta una situación con la que muchos nos podemos sentir identificados... ¿quién no ha visto situaciones similares en la calle? o incluso, ¿quién no ha actuado como algunas de las personas que aparecen en dicho artículo?
En nuestra sociedad, muchos se quejan de las injusticias existentes y de los problemas que nadie intenta resolver, pero muchas veces, estas mismas personas no actúan en consecuencia de sus actos, y pongo como ejemplo el artículo al que me estoy refiriendo. Y es que, en resumen, nadie se salva de las garras del egoísmo. Muchos nos podríamos preguntar porqué ningún taxista atendía al pobre anciano, que incluso con dinero en mano era rechazado, porqué la joven médico no intentaba ayudarlo o porqué ninguna persona de la calle se interesaba ni siquiera en mirarlo, pero...¿tú lo habrías hecho?
Por otro lado, pienso que a pesar de todo esto, el artículo nos alcanza un mínimo de esperanza con la actuación del hermano del autor, Antonio. Si esto ha ocurrido realmente, me alegra pensar que aún quedan personas de este nivel por mi ciudad, y me parece una gran idea dedicarle unas líneas.
Otra de las razones que me han llevado a decantarme por este artículo es el vocabulario y la expresión que utiliza, puesto que me ha resultado mas cómodo de leer y mas cercano al tipo de lectura que frecuento. Incluso me gustaría destacar la comparación que hace de la médico y el viejo, un tarro de perfume fresco y una zapatilla abandonada respectivamente, ya que, finalmente, todos somos algo material para los demás.
Respecto a los otros dos artículos, destaco como principal inconveniente los temas que tratan.
El de Antonio Gala se centra mayoritariamente en temas políticos, algo con poco interés para mí en cualquiera de sus ámbitos. Dedica sus líneas a criticar a políticos, a la vez que intenta dar apoyo a la agricultura, por lo que normalmente no habría dedicado mi tiempo en leerlo de no ser por esta actividad.
En cuanto al de Arturo Pérez-Reverte, tengo que decir que es un tema poco cercano al lector, como por ejemplo yo, que no conoce a la persona protagonista de las líneas. Utiliza un vocabulario muy coloquial, usando incluso palabras malsonantes, que se asemeja a una conversación entre dos colegas, y es que según dicen, es su forma de hablar normalmente. Al ser un autor consagrado, se puede permitir el lujo de escribir de esta forma sin resultar una catástrofe.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Un mundo de locos
Hay muchos días en los que me pregunto si las mujeres somos idiotas, empezando por mi misma. Me explico: que tire la primera piedra aquella que nunca ha deseado cambiar algo de su cuerpo al ver a la clase de maniquíes que se ven en los medios de comunicación. Y es que, por mucho que nos hagamos las tontas, los cánones de belleza nos afectan, y no hay más que salir a la calle para darse cuenta.
Yo misma he sufrido las consecuencias de esta enfermedad
Con muchos de estos comentarios ayudamos a muchas jóvenes a entrar en un infierno del que desgraciadamente algunas no salen.
Por otro lado, están esas glamurosas pasarelas en las que las modelos lucen estrambóticos vestidos sobre cuerpos esqueléticos, a punto de caerse al dar un soplido, y a pesar de algo tan obvio siguen queriendo convencernos de que son de la talla 38...¿se ríen de nosotros? Pues eso parece, ya que la cosa sigue igual o incluso peor.
Y es que, no sólo el negocio de la moda, sino toda la sociedad vivimos en un mundo de sueños y fantasía, donde parece que todo vale, y donde es más importante el aspecto que tenga una persona y el tipo de ropa que utilice, que sus capacidades y mentalidad. Lo que me extraña es que no nos hayamos vuelto locos ya.
Así están las cosas y quien no lo ve es porque no quiere verlo. Tendré la esperanza de que la cosa finalmente cambie, haya un poco de cordura y por fin se oigan los gritos sordos de ayuda de las personas afectadas.
jueves, 19 de noviembre de 2009
Resumen de Juan Cacho o un cacho de Juan
Todo parecía ser normal aquel verano: las clases de matemáticas y física a Ángel, su vecino de abajo, al que ayudará a vengarse de su primer amor, mientras promete cafés a su hermana Nieves, siempre dispuesta a tomarlos; sus cafecitos y demás comidas, si era posible darle ese nombre, en el bar de abajo el Dos Tercios del Quinto; las historias con el Dedos, su mejor amigo desde la infancia, que desaparecía cada vez que su oficio de carterista lo obligaba, y con el que todo era posible, desde la mayor borrachera recordada hasta la limpieza de su piso después de meses; las escapadas de su vecina y casera para evitar recordarle que no pagaba el alquiler desde hacía dos meses; sus vecinos aburridos e insoportables; el inicio de las clases de matemáticas en la academia o las visitas a su madre, recordando antiguas historias de su vida pasada en aquel barrio, mientras que ella se quejaba de la poca atención que recibía.
Pero todo esto iba a dar un giro inesperado para Cacho con la aparición en las clases de Amparo, una universitaria de ojos verdes y cuerpo esbelto que le haría perder la razón con su presencia y lo metería en algún que otro problema.
Por si esto fuera poco se verá inmerso en una investigación de pornografía, iniciada con el descubrimiento de unos vídeos sospechosos en casa de su vecino el repelente, en un posible asesinato de la mujer de éste y en un allanamiento de morada en toda regla para intentar descubrir la verdad.
Mientras que todo esto ocurre aumentará su amistad con Nieves, conocerá más y mejor al Dedos y volverá a su juventud ayudando a Ángel con los problemas típicos de la edad.
martes, 17 de noviembre de 2009
Prólogo de Juan Cacho o un cacho de Juan
Pueden surgir opiniones diversas sobre Juan Cacho, buenas, malas o incluso regulares, pero si de antemano buscas un libro con bellas palabras y grandes construcciones sintácticas, te aviso que no es el tuyo.
Juan Cacho es un hombre corriente, es nuestro vecino, ese hombre que está comprando una revista en el kiosco de la esquina, con el que chocamos por las escaleras del bloque o aquel que nos mira de reojo a través del cristal de su coche. Es cualquier persona que nos cruzamos cada día por la calle y que nunca recordaremos, porque jamás ha llamado nuestra atención lo suficiente como para fijarnos en él. Sin embargo, también es ese profesor por el que somos capaces de suspirar alguna vez, el amigo que nos ayuda en nuestros momentos más difíciles, como por ejemplo la borrachera del sábado, e incluso una buena persona con la que tomar café.
Si lo tuviera que comparar con alguien no tendría mas que salir a la calle y buscar un treintañero, soltero y con escasos ingresos para ver en él la viva imagen de la realidad de Cacho.
Seguramente encontrarás en Juan Cacho a un personaje que te recuerde a algo o a alguien, pues su encanto reside en su naturalidad.
Anímate a conocerlo...
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Microrrelato
El viento movía las hojas de los árboles y el sol calentaba lo justo. Había una cierta tranquilidad que a cualquiera hubiera puesto nervioso. Y ahí estaba yo, enfrentandome al momento que había evitado durante días, semanas y meses, el momento que me impedía dormir por las noches y estar despierta durante el día. Todo se había marchitado inevitablemente y era casi imposible remediarlo... Era el final.
Casi habían pasado nueve meses y nada había tenido sentido, lo intenté con todas mis fuerzas, pero a veces las cosas no salen como uno quiere, incluso salen aún peor. No podía creerme las palabras que oía de su boca, no podía creer sus gestos, su mirada cabizbaja, su tacto frío y distante,¡cómo habían cambiado las cosas!
Lo que empezaba con ilusión, acababa con desolación y yo no era capaz de impedirlo. Me había fallado, me había fallado, me había fallado, y no paraba de repetirmelo en mi cabeza. No había sido capaz de aguantar y me abandonaba sin luchar.
Y así, sin más, la primera lágrima cayó por mi mejilla.